jueves, 2 de junio de 2011

Los 80' en el siglo XX

       A mediados de los años  la era electrónica hacia furor,  llega la primera calculadora “de bolsillo”, pesaba unos cuantos gramos y costaba más o menos 10 dólares.   A comienzo de este siglo, osea en el año 1981 Ronald Reagan empezó su mandato como presidente de los Estados Unidos. Carlos y Diana se casaron. fue la época en que la primera lanzadora espacial realizó una misión en la órbita terrestre. Y lo más emblemático de todo, fue que la IBM presentó la primera computadora “personal” con 64 kilo bites de memoria. Costaba al rededor de 2.665 dólares.
       De repente pareció que hasta antes de la revolución electrónica, el Homo Sapiens no había logrado nada. Ahora la humanidad empezaba a adquirir un control absoluto sobre materiales y aparatos, energía y datos tras haber luchado durante siglos para medir el tiempo con péndulos de latón y enviar mensajes con tambores o humo, la especie humana descubría escalas de medición molecular y subatómica. La milésima de segundo realmente importaba.
       El desarrollo tecnológico había empezado hacía ya cuatro décadas, cuando tres científicos inventaron el transistor. Hasta entonces, la electrónica había significado tubos al vacío, tubos de cristal que producían una luz naranja, la cual se sobrecalentaba, ardía y, finalmente estallaba.
        El chip se convirtió en una imagen habitual: fotografías ampliadas mostraban sus circuitos, semejantes al plano de una cuidad futurista vista desde arriba. Los chips constituían una nueva encarnación de las máquinas. Los aparatos con componentes electrónicos parecían menos mecánicos, menos predecibles, más mágicos y dotados de alma.
        Los primeros computadores gigantes ocupaban habitaciones. El esquema mental para el trabajo con grandes computadoras era: plantea una pregunta, formúlala, pon en marcha el computador y recibe la respuesta.  posteriormente este esquema sería: juega.
      Para cuando el computador gigante aumentó su capacidad y manejabilidad, ya era prácticamente “invisible”. La cultura de los computadores resultaba irrelevante para los empresarios que fundaron Apple en un garaje, la primera gran compañía de ordenadores. A finales de los años ochenta, la informática había salido para invadir la vida cotidiana. La electrónica no realizaba un trabajo directo. Se dijo que este reino de la tecnología sería el sucesor del reloj. Sus cualidades eran la exactitud, el control y la manipulación y acumulaciónde información. Cualidades de las que casi ninguna máquina podía prescindir. Coches, lavadoras, teléfonos, todos eran electrónicos. Un elegante reloj de cuerda se convirtió en una rareza: mucho más caro, menos fiable y tan curioso como un disco surcado de vinilo negro.

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